Efemérides

Reseña

“HAZ DE TU VIDA UN SUEÑO, Y DE TU SUEÑO UNA REALIDAD” 

 Antoine de Saint Exupery

“María Remedios del Valle”

Formamos parte de un Municipio que se preocupa y ocupa de respetar y reconocer la identidad y la diversidad, es por eso que, luego de un exhaustivo análisis de las personalidades propuestas por docentes y estudiantes, pertenecientes a diferentes ámbitos sociales, culturales, religiosos y políticos, llegamos a la conclusión de la necesidad de revalorizar la figura de María Remedios del Valle, heroína de la guerra por la independencia. Su nombre es casi desconocido, pues sobre ciertas vidas pesa un destino de injusticia y olvido. Fue una heroína de la guerra de la independencia, nacida en Buenos Aires, legendaria mujer, era negra y se incorporó al ejército auxiliar para las provincias del norte el 6 de julio de 1810, con su marido y dos hijos, uno de ellos adoptado. Fue una patriota argentina, conocida como 'Madre de la Patria', 'La Capitana' y también como Remedios Rosas.

Se distinguió durante la campaña del Alto Perú, fue una heroína argentina y sudamericana. Gozaba de la estimación y respeto de todos. Su virtud corría pareja con su heroísmo, impulsándola a multiplicarse con energía extraordinaria para atender a los que sufrían.

Participó en las acciones de Desaguadero, Tucumán, Salta, Vilcapugio y Ayohuma como combatiente. Herida en Ayohuma, fue tomada prisionera. Aprovechó para ayudar a huir a varios jefes patriotas y fue condenada a la pena de azotes. Durante nueve días fue flagelada públicamente, logró huir y volvió al ejército para servir en los hospitales de sangre de aquel entonces.

Belgrano, que no toleró jamás que las mujeres siguieran al ejército en campaña, hizo una excepción con María Remedios del Valle y después de la batalla de Tucumán, asociándose a la admiración general hacia la heroica mujer que ejercía su función de enfermera, le otorgó el grado de Capitán.

Fue una mendiga más en el Buenos Aires de esa época que ajeno a su entrega, le dio la espalda. Había perdido marido e hijos en la guerra y tras ésta tuvo que recurrir a la mendicidad. Hacia 1827, se encontraba mendigando en las iglesias y comiendo las sobras de los conventos. Decía que era Capitana de los Ejércitos nombrada por el General Belgrano en los tiempos de la Patria, que ya no había Patria, que no se peleaba por ella como antes, mostraba cicatrices de heridas en brazos y piernas. La gente la juzgaba loca y delirante por la vejez y la miseria. Carlos Ibarguren, historiador, en su relato de 1932, dice que un día el general Viamonte la reconoció, “La Capitana”, La Madre de la Patria, la que nos acompañó al Alto Perú” y conociendo su desvalimiento, conmovido por la situación, solicitó el amparo de una pensión por parte del Estado. Viamonte defendió a la mujer que había conocido en la campaña al Alto Perú: “Esta mujer ha seguido al ejército de la patria desde el año 1810.

Ella es bien digna de ser atendida porque presenta su cuerpo lleno de heridas de balas, y lleno de cicatrices de azotes recibidos de los españoles enemigos, y no se le debe dejar pedir limosna como hace”.     De 1847, una nota reza: “Baja el mayor de caballería Da. Remedios Rosas falleció”. La heroína siguió mendigando y murió en la miseria.  

Al referirse a ella, María Teresa Molina, enfermera historiadora, decía: “Si el general Belgrano hizo justicia a los méritos de la enfermera de su ejército. Las enfermeras argentinas debemos evocar con emoción a la extraordinaria mujer…Si el expediente de Ma. Remedios no corrió la buena suerte que merecía, rindámosle nuestro homenaje recordando la figura de la abnegada compatriota que, precursora de la profesión, señaló para las futuras enfermeras argentinas un camino hecho de amor, sacrificio y patriotismo. El nombre de la enfermera del glorioso ejército de Belgrano debe ser rescatado del injusto olvido en el que permanece y lucir en el frontispicio de una escuela de enfermería argentina de enfermeras, como el justo homenaje de un pueblo a la benemérita mujer animada por un sentido heroico y abnegado de la vida.                                

Sea este recuerdo una flor para su memoria y una forma de resarcir la deuda con quienes nos precedieron. Por eso quiero compartir con todos los que dignifican la condición femenina y tienen la oportunidad de enaltecerla, esta impactante historia”.

Honramos a María Remedios del Valle, el legado de altruismo y protagonismo en la historia para la mejora de la calidad de vida de todas las personas. Lo hacemos presente en cada día de trabajo en la formación de profesionales.